Irán advirtió que tiene "el derecho y el deber de defenderse" tras los bombardeos israelíes
La reciente ofensiva, dirigida a instalaciones estratégicas iraníes, elevó las tensiones en Medio Oriente y generó una ola de reacciones internacionales.
Israel lanzó este sábado ataques aéreos contra objetivos militares en Irán, como represalia por el lanzamiento de misiles balísticos iraníes hacia suelo israelí a principios de mes. Desde una base militar en Tel Aviv, el primer ministro Benjamín Netanyahu supervisó la operación, en la que se dirigieron ataques “precisos” a infraestructuras estratégicas en Irán. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los blancos incluyeron instalaciones de misiles tierra-aire, diseñadas para limitar la capacidad de maniobra israelí en la región.
El gobierno iraní no tardó en reaccionar. La Cancillería de Irán emitió un comunicado en el que declaró que la nación “tiene el derecho y el deber de defenderse” ante lo que calificaron como “agresión extranjera.” Este derecho, señaló el gobierno, está respaldado por el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas. El ataque dejó un saldo de dos soldados iraníes muertos, una pérdida que fue rápidamente reconocida por las fuerzas armadas iraníes.
Aliados regionales de Irán, como Siria, también condenaron los bombardeos israelíes, defendiendo el “derecho legítimo” de Irán a proteger su territorio. Desde Damasco, el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio criticó lo que llamaron una “flagrante violación de la soberanía iraní”, reiterando su apoyo a Teherán.
Condenas internacionales y advertencias de los países árabes
Varios países de la región, incluyendo Irak, Pakistán y Arabia Saudita, se sumaron a las condenas. El portavoz del gobierno iraquí, Basim Alawadi, expresó preocupación por el “silencio de la comunidad internacional” ante lo que describió como “brutalidad” de Israel, advirtiendo sobre las “peligrosas consecuencias” de esta inacción. En una declaración similar, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita alertó contra una posible “escalada del conflicto” y su impacto en la estabilidad de Medio Oriente.
Pakistán, por su parte, rechazó las acciones de Israel y enfatizó que la responsabilidad de la “escalada y extensión del conflicto” recae sobre el Estado israelí, al que no reconocen oficialmente.
En tanto, la comunidad occidental también reaccionó ante el conflicto. Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido, hizo un llamado a la calma y señaló que “Irán no debería responder a los bombardeos de Israel”. Según Starmer, una escalada de represalias solo contribuiría a profundizar la crisis regional. En la misma línea, funcionarios estadounidenses instaron a Teherán a evitar represalias para no alimentar un ciclo de violencia continuo.